"Paraguay y Uruguay están presionando para que haya un nuevo rumbo en el bloque regional. Los países pequeños seguirán dependiendo de los grandes si no hay una modificación de las normas", manifestó el entrevistado.
Marcelo Rech es analista del Instituto InfoRel de Relaciones Internacionales y Defensa del Brasil. Observó el desarrollo de la 49ª Cumbre del Mercosur, recientemente, realizada en Paraguay. Es periodista con especialización en la materia y en conflictos armados en los Estados Unidos de América. Aquí comenta a ÚH sobre su visión del Mercosur.
–¿La situación en el Mercosur es diferente después de las elecciones en Argentina y Venezuela?
–Cambia no solo la situación del Mercosur, sino en toda la región.
–¿Qué es lo que cambia?
–En los últimos años venimos teniendo un proceso de integración más ideologizado, con un componente político muy duro. Esto hizo que la región y, principalmente, el Mercosur, pague un precio extremamente alto.
–¿Hacia dónde se orienta ahora el proceso de integración?
–Ahora se orienta hacia el pragmatismo. Esto se ha visto en la Cumbre del Mercosur recientemente celebrada en Paraguay.
–¿Es mejor así?
–Yo creo que el Mercosur y el proceso de integración regional debe tomar un rumbo distinto, con más pragmatismo.
–¿Por qué cree que eso es necesario?
–Debemos tener en cuenta que todo el proceso de ideologización del bloque nos ha puesto al margen de las grandes negociaciones que se están llevando a cabo en el mundo.
–¿Al margen?
–Miremos. Hace poco, la firma del acuerdo transpacífico, con 11 países del Asia y los Estados Unidos, hizo que la Unión Europea también acelerara las negociaciones con los americanos por el acuerdo transatlántico. Eso nos va dejando al margen.
–¿Cuál es el riesgo?
–Corremos el riesgo de que el acuerdo que se pretende entre el Mercosur y la Unión Europea pierda importancia.
–¿Por qué?
–Porque si los europeos logran un buen acuerdo con los americanos y, de alguna forma, consiguen meterse en el acuerdo transpacífico, perderían interés en el Mercosur.
–¿Faltaría un cambio de rumbo?
–Las elecciones en Argentina y Venezuela marcarían el cambio de rumbo en el Mercosur.
–¿Pueden o deben?
–La verdad es que necesitan tomarlo; pero depende mucho de las decisiones políticas.
–¿Lo que usted dice requiere de liderazgo o no?
–Justamente ahí está el problema. El gran problema que veo ahora es la falta de liderazgo que tenemos en el bloque: Brasil, con su crisis política y económica, está hoy aislado de las decisiones en lo que se refiere a los temas regionales.
–¿Por dónde puede venir?
–Esa es la verdad. El bloque necesita de un liderazgo que puede venir de Argentina, con el presidente Macri o por un gran consenso entre todos los miembros, en el sentido de expresar que es el momento de despertar del Mercosur.
–Entonces, el liderazgo de Brasil está debilitado...
–La agenda de política exterior de Brasil se perdió muchísimo en los últimos años. Si hacemos una comparación entre los 8 años de la administración de Lula Da Silva con lo que es ahora de la presidenta Dilma Rousseff es muy fácil percibir que hubo una pérdida de importancia tremenda. Eso refleja e impacta en toda la región.
–Brasil y Argentina están con sus problemas caseros...
–Para el bien o para el mal, la verdad es que Brasil y Argentina son los países más fuertes de la zona y ellos deberían asumir la responsabilidad de liderar el bloque; pero están con sus problemas internos.
–Hay que esperar qué viene con el cambio político en Argentina, ¿verdad?
–En Argentina, después de las elecciones, se pierde un grupo que estaba gobernando 12 años. Viene otro grupo que tomará su tiempo. Por otro lado, Brasil está metido en una crisis profunda, la crisis económica que contaminó a la crisis política. A la presidenta Rousseff le toma todas las energías su tema de juicio político. El Mercosur pierde prioridad.
–¿Las asimetrías no se reducirán con facilidad?
–Si no hay nuevo rumbo en el Mercosur, diría que sí. Los países pequeños del bloque seguirán en la misma necesidad y dependencia.
–¿Qué debería ocurrir?
–Me parece que Uruguay y Paraguay están presionando bastante para que haya un relanzamiento del Mercosur. Ya no hay condiciones de que el bloque esté pendiente de Brasil y Argentina.
–Con el ingreso de Venezuela se creyó que el bloque tendría más fuerza. ¿Qué pasó?
–Con la llegada de Venezuela al Mercosur se tenía la esperanza de que el bloque arrancara económicamente, pero desafortunadamente lo que se vio fue que el bloque se metió mucho más en una disputa política.
–¿Se politizó?
–Sí. La ideologización mezclada con la disputa política dejó mal al Mercosur. Tuvimos divisiones muy fuertes. También la propia Unasur quedó dos años sin secretario general porque había división entre el bloque bolivariano y no bolivariano. No se ponían de acuerdo y quedó varada por esos años.
–¿Esa misma división sufrió el Mercosur?
–Claro.
–¿Cualés son las posibles salidas para que el bloque pueda repuntar?
–Quizá una de las salidas es que el Mercosur cambie sus normas, permitiendo que los países chicos puedan hacer negociaciones con otros bloques.
–De hecho, Uruguay mira hacia el Pacífico.
–Por ejemplo. Uruguay es observador en la Alianza del Pacífico y pidió también ser observador en el tratado transpacífico, porque vio que si dependiera solamente del Mercosur no avanzaría.
–¿En la Cumbre de Paraguay se vio un Mercosur con pluralidad de ideas?
–Hubo diversos planteamientos. Entre ellos, justamente la posibilidad de que los países chicos puedan negociar con otros bloques. Un Mercosur abierto y pragmático estaría bien. Lo importante es que se tomen las decisiones políticas para evitar que el bloque quede estancado.
Fuente: Ultima Hora
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